Joseponce1978

El chavo del ocho

¡¡¡Cállense, cállense, cállense que me desespeeeeeeeran!!!

Se irritaba el niño altanero,

embutido en su uniforme de marinero.

los cachetes desorbitados

pronto seran golpeados, si su madre

no lo evita, por el chavo del ocho.

La bruja del setenta y uno, un bizcocho

le ha preparado a don Ramón, 

que se esconde de su pretensión

y del señor barriga, al que debe

unos meses de renta. nada amedrenta

al bigotudo holgazán, abusón

donde los haya, pues del chavo

se aprobecha utilizándolo de esclavo.

Pi pi pi pi pi pi pi pi pi pi pi pi pi

Solloza el chavo al entrar en su barril.

Humilde hogar contrahecho

Con el umbral de la puerta en el techo.

Por suerte para él, la Chilindrina perspicaz

lo llama para jugar

y entre los dos urden la patraña

para enredar en su telaraña,

con pueriles promesas, al niño rico.

No seas tan presuntuoso, Quico,

que antes de que te des cuenta

y sin que parezca una afrenta,

pues actuan sin querer queriendo,

aunque te muestres estupendo,

el chavito y la espabilada

te la habrán metido doblada.

¡¡¡ Ta, ta, ta, ta, ta, ta, ta, ta, ta, ta!!!

\"Estos diablillos se portan mal\"

Exclama, sin sacar punta a la tiza

 del chavo, el maestro longaniza.

Se le pasa el enfado si ve a su linda

amada, distinguida doña Florinda,

a la que regala un ramo de flores,

que con todos los honores,

siempre acaba deshojado

en la cabeza del malhumorado

Don Ramon cuando su hija chilindrina,

aprobechando un descuido, afina

para robarle al Chavo un beso,

mientras él sueña con un peso

para comprar algo de comida.

 

 

APRENDIENDO A ESCRIBIR(10 junio 2018)

A punto de terminar tu primer año de colegio, ya comienzas a garabatear tus primeras letras. Cada vez los niños empiezan a ir al colegio a una edad más temprana. Algunos( los que han nacido en el último trimestre del año natural) aun no han cumplido los 3 años cuando entran a primero de preescolar. En mi época no empezabamos hasta los 5 años, aunque desde entonces ya ha llovido bastante. Para ti no ha supuesto un gran cambio, pues ya venías de 2 cursos de guardería. Yo veía antes con cierto rechazo que a los pequeños se les dejase aun siendo bebés en guarderías, pero con el tiempo he ido cambiando de opinión y hasta me parece beneficioso que comiencen a relacionarse pronto con niños de su edad. Siempre y cuando sea ese el fin, y no porque los padres estén tan ocupados que recurran a las guarderías como vía de escape para, de alguna manera, quitarse a sus hijos de encima porque les resulten una molestia, como percibo yo en muchos casos. En estos tiempos que corren son muchas las parejas que tienen que trabajar ambos para poder sobrellevar el nivel de vida que han asumido. Pero además es que cuando llegan del trabajo, parece ser que tampoco tienen tiempo suficiente para dedicar a sus hijos la atención necesaria, pues tienen que atender a las redes sociales o ir al bar a tomar unas cervezas con los colegas. Y de ahí la hiperactividad infantil actual derivada de la falta de atención. Imagino que no será siempre así pero en muchos casos los padres, muy trabajadores ellos, eso nadie se lo puede negar, se dedican a comprarles juguetes a los niños para que se entretengan mientras ellos juegan con whatsap o facebook. Cuando en realidad, lo que más demandáis los pequeños es que se os preste un poco de atención. Yo esto lo percibo cuando te llevo a algún sitio y empiezas a jugar con algun niño y entro a ser partícipe del juego. Es increible con qué atención escucháis cuando se os habla o como aguardáis para que se os haga caso. Por eso yo me tomo tan en serio todo lo que me dices. Esta semana te llevé a unas colchonetas inflables de un centro comercial y te pusiste a jugar con otras 2 niñas de tu edad y yo os decía: a ver si sabéis dar la voltereta o hacer el pino. Y cuando lo hacíais os aplaudía y levantaba mi dedo pulgar en señal de ok. \"Muy bien, muy bien\" os decía y mostrabais un gesto de orgullo y agradecimiento indescriptible, en ocasiones me pongo a hacer lo mismo que hacéis vosotros, realizando aspavientos esperpénticos, y os ponéis serios mirándome de arriba a abajo como diciendo: pero que estará haciendo el jilipollas este, Jaaa. Lo más preciado que se le puede ofrecer a un hijo es tiempo y atención. Cuando pienso que las circunstancias no me han permitido poder pasar contigo todo el tiempo que hubiese querido y luego veo a padres que teniendo a sus hijos en casa, están deseando de terminar de trabajar para irse al bar o ponerse a ver la televisión, se me revuelve el estomago. No es descartable la posibilidad de que, si la relación entre tu madre y yo no se hubiese roto y desde un principio hubiéramos llevado una vida familiar, incluso yo mismo actuaría como ellos. Al bar seguro que no iría porque nunca me han gustado los bares, pero es posible que me distrajese con otras cosas, no sé. quizá como ha habido momentos que te he echado tanto en falta, cada rato que puedo pasar contigo lo aprovecho al máximo.

He empezado a escribir esto para hablar de tus inicios académicos y me he ido por los cerros de Úbeda, hija. Es algo que me suele pasar a menudo. El caso es que ya estás aprendiendo a escribir tus primeras letras. Cada vez que tengo ocasión, cojo un bolígrafo y una libreta y practicamos. ¿Papá, hay dos as? Si mi vida. y te hago la a mayúscula y la minúscula. Tú te fijas y tratas de escribirlas sola, y cuando no te sale te cojo la mano y te guío. ¿Papá, hay dos ces? Sí mi vida, hay dos ces de casa, pero en este caso las dos son similares, solo que una es más grande que la otra. Ah vale, papá. Ay hijica, estoy deseando que sepas leer para que me leas algún cuento. Ya me los cuentas a tu manera y espero que cuando aprendas te aficciones a la lectura. A mí los libros me han servido para evadirme de los problemas y de este mundo irreal en el que a veces tengo la sensación de estar extraviado. Ante el dolor, han sido mi paliativo e incluso me han acompañado en momentos de felicidad. Recuerdo que comencé leyendo tebeos de Mortadelo y Filemón y de Rompetechos a los 7 u 8 años, y Rebelión en la granja fue la primera novela que leí. Ahora sería incapaz de enumerarlas todas porque seguro que me dejaría alguna. Ha habido épocas en las que he llegado a leer hasta 3 novelas simultáneamente. Esta práctica es un buen ejercicio para la mente y la memoria. Alguno hay que he leído hace tanto tiempo, que no me acuerdo ni del argumento. Otros me han marcado tanto, que quedarán para siempre gravados a fuego en mi memoria. Mi género favorito es la novela histórica, y si me tuviera que quedar con una época literaria, quizás elegiría el romanticismo. Llevo unos meses que lo que más leo es poesía y noticias, aunque tengo que retomar dos novelas que dejé a medias antes de que olvide por donde iba. En ocasiones me he visto obligado a parar de leer durante unos meses para no terminar como Don Quijote, pues me suelo meter tanto en los personajes de las historias, que llegan a suplantar mi identidad y salgo a la calle sediento de justicia y libertad.