Si no habría de que estar triste, mañana, el día
en ¿cúal tiempo se desgastaría en la hecatombe
del sujeto atado a su ofrenda temporal de una
existencia desprovista del significante necesario
para llevarla a cabo sin escupir el paso siguiente?
Que triste sería la felicidad imbatible en única perspectiva
Y las tristes canciones quedarían olvidadas y estarían desprovistas
de sí, tristes de no ser escuchadas, y la pena derrotada sucumbiría
en la alegría absoluta y al infinito perpetuada, no habría
angustia necesaria para llevarnos a la superación del mal estado
Que triste sería todo si el cielo se encontrara solo
consigo en su infinita alegría y las aves revientan
los cantos contrarios al natural estado, y el mar vacío
de profundidad hirientes la vida viviría solo por ser vivida
Y que triste sería si lo humano perdiera su tristeza imperdible
Que debíl y simple, se trastornaría su esencia de vaivenes
en un pasar estable, ingenuo de un cielo a otro, sin haber conocido
la base profunda, el peldaño más bajo, la próxima caída esperándote, amante.