El coloso de fuego
lanzò sin piedad
entrañas de piedra;
rugiò con toda su energía
¡¡convirtiéndose en pesadilla!!
vomitò rìos de fuego
deslizándose en la humildad
de una población
que por necesidad, en sus faldas
ha puesto toda su ilusión.
Hoy pedimos solidaridad
para aquellos que se
aferran a la vida, como hiedras
en aquella tierra calcinada
de mi Guatemala, hoy… tan lastimada.
por: Mirna Lissett Carranza Archila