rosamaritza

EL CLAROSCURO DE LA VIDA...

 

Y entre pasos en el tiempo distrae su memoria por largas horas.  Cuantas verdades descubren mentiras en la vida.

-¿Que haces amor?, ¿te sucede algo? 

-Descuida no es nada, reflexiones de mi vida, voy a la calle y caminaré un par de horas

-No pienses tanto, me espera otro dìa de faena, nos vemos esta noche

Refresca su cuerpo viste ropa ligera mientras calza sus tenis, en el morral lleva el agua y una libreta de notas no necesita nada mas, abre la puerta y antes de salir recorre con su mirada toda la estancia y al observar los muebles dice para si misma, -¿puede alguien sentir que es otro mueble mas en el hogar?, serà otra verdad con disfraz de mentira, no lo se, solo se que asì me siento a veces. Cerro la puerta tras si y mientras sus pasos avanzan a donde quiera que la lleven sus pies, la mente juega en cuenta regresiva a una dimensiòn inocente, entre juegos infantiles, risas, cantos, bailes, y algùn que otro llanto, y es que para morir solo necesitas estar vivo, aùn asì, con las imperfecciones que tenemos los seres humanos, sin duda alguna la edad de la inocencia sigue siendo la divina época de oro. De pronto algo en el ambiente propaga el mas ligero sonido y percibe en un instante el aroma de las flores, logrando escuchar el murmullo de las hojas entre la brisa que las acaricia, y el aleteo de aquel ave al beber el agua de la fuente, entonces puede ver y sentir que es una con el universo natural que la rodea.  Detiene su camino un breve instante,  descalza sus pies y continùa caminando a las orillas de un rìo, observa un pescador y en silencio se sienta bajo la sombra de un àrbol, dibuja la escena que ofrece el paisaje, y en ese momento  la carnada pica el anzuelo, el pez revoloteó con fuerza en la caña de pescar, mientras una fuerza mayor logro apresar a quien solo nadaba libre en sus aguas.

-Hola, la vi al llegar, gracias por mantenerse en silencio y no espantar la carnada, otros llegan con tal algarabìa que simplemente pierdo el dìa, esto no lo hago por distracciòn, no serìa capaz de tal acto, es para alimentar a mi familia, ahora mismo usted esta sentada bajo un àrbol que ofrece hermosos frutos, gracias a la abundancia de la naturaleza el ser humano disfruta la riqueza de un alimento natural.

-Hola, gracias a usted es un placer conocerle, hoy aprecie lo que significa vivir y compartir con la naturaleza.

-Ahora me dirijo a mi hogar, voy a reunirme con la familia, si es su gusto esta invitada a compartir en este momento o cuando sea de su agrado.

El pescador levanto su brazo y señalo con la mano una pequeña casa que se divisa en una pequeña colina.

-La esperamos será bienvenida.

-Gracias, sin duda algùn dìa les visitarè.

El pescador organizo sus cosas en el cesto y se alejo.

Sentada bajo la sombra de aquel àrbol, se deja caer suavemente sobre la grama verde de un hogar natural, y siente la vida correr por sus venas igual que ayer...

 

y la vida continùa ...