kavanarudén

En esta noche fría

 

En esta noche fría de invierno, te recuerdo con ternura.

Imposible olvidar tus cálidos, pasionales, atrevidos besos.

Tu cuerpo que se entregaba sin reserva alguna.

Tu respirar profundo, tus gemidos, tu sabor, tu aliento, tu esencia…

Fui feliz en tus brazos, te susurré palabras se amor; te canté melodías antiguas y eternas.

Protegí tu desnudes con mi cuerpo ardiente.

Te acaricié mientras te abandonabas al sueño, después del combate etéreo del amor.

Experiencia mística rozar tu piel, apenas tocarte y sentir como se erizaba. En algunas zonas te arrancaba un suave gemir.
Quise, lo juro por Dios, que aquellas horas fueran eternas.

Conservo en mi dermis tus cálidas caricias. La sensación indescriptible que producían tus manos al escrutar todo mi ser, digo “ser” porque no era solo mi soma, era algo más profundo.

Tus palabras desvelaban mis más profundos deseos, derrumbando toda resistencia.

Tus profundos y oscuros ojos penetraban mi intimidad, doblegaban cualquier resistencia.

Mas solo fuiste un oasis en el desierto tormentoso de mi existencia. Agua fresca en una jornada ardiente de verano. El fresco rocío en una sedienta rosa salvaje. La estrella polar para el perdido navegante, en fin, el último abrazo de un agonizante….