Te escribo desde el exilio de mi corazón
Como un poeta de antaño desterrado
Y con una frontera que divide una sola patria
Te escribo mientras observo la luna
Pero no la luna que tantos poemas recibe
Esa luna es engreída, es una deidad redonda.
Te escribo llorando, lloro por el lado invisible
Ese lado lunar con un conejo desolado
Ese lado lunar con una penumbra que la oculta
Ese lado lunar que no recibe canciones ni amores
Al lado que los lobos no le aúllan
Y los poetas no le escriben.
Te escribo desde el exilio de mi patria santa
Esa, en la que tú resides como virgen
En la que te pintan con una corona de reina
Y en la que los poetas ya no tienen cabida
Alzaste la vista y reclamaste mi infinito como tuyo
Y tus ojos se robaron la mirada de mi luna.
Te escribo desde el exilio de mí ser
Ese que está tan intervenido por ti
Con una pluma de solitaria soledad
Y una hoja de dolorosa esperanza
Alumbrado por la oscuridad de la penumbra lunar
Qué está igual de exiliada que yo
Olvidada de amores, canciones y poetas.