En las frías tardes de invierno
Cuando ya no pueda escucharte
Cuando ya no reconozcas mi voz
Habrá muerto una ilusión.
Los cerezos que ayer sonreían
Hoy lucen marchitos y llorosos
Quizás recuerdan aquellos besos
Que imaginariamente nos dábamos
Para cuando ya no puedo verte
Te regalo una rosa llena de mis sonrisas
Míralo cuando sientas nostalgia
Cuando sientas que nadie está cerca.
Aprenderé a tener mi propio jardín
Donde cultivaré tu sonrisa
Pues ya sé que no hay prisa
Para buscarte, ni olvidarte
Aquel banco del vetusto parque
Donde solía escribir poemas para ti
Quedará cubierto de triste hojarasca
Para enterrar mi tristeza y lamento.
Siempre estuviste a mi lado. Sin estarlo
Podía decirte cuanto te amaba. Sin escucharme
Siempre te hablé en silencio
Como escondiéndome de tu amor
Cuando ya no estés, habré muerto.
Lima,20 de Enero del 2018