El Sapo Cancionero

Todo comienza al filo de tus labios

Todo comienza al filo de tus labios

Que entregados se aventuran a incitarme

Sin saber hasta dónde el árbol crezca

Se atreven a sembrarlo y a regarme

 

El sólido metal se vuelve blando

Permite abrirle puertas al olvido

Y tus latidos llegan a mis manos

Y mi boca a tus latidos entregados

 

Las manos ahora se descienden, caen

Con lo suave se endurecen mis telares

Por las piernas son de seda las caricias

Y te exploro, y se tejen mis andares

 

Bosques húmedos lluviosos y con viento

Son honduras que te animan a explorarlo

se resbalan y me tomo de tus hombros

mientas trato de aferrarme de tu aliento

 

De repente los rincones sigilosos

Brillan de luces que aviva el viento tuyo

Las estrellas se han unido en una sola

ha estallado ya en tu luz aquel murmullo

 

Esencias de perfumes en mis manos

Que los recuerdos traen a los silencios

Un ceder, suave, callado, que se agrega

a aromas de jazmines y de abismo,

De su ir, de su venir, y de su entrega