He aparecido y desaparecido tantas veces que ya no es rara mi ausencia ni buscarme y no encontrarme. Yo creo que en secreto ellos saben mis razones, y entienden mi silencio. Incluso puedo asegurar que saben que no estoy pérdida, intuyen que me muero un poco, a donde quiera que haya ido. Las piedras son pequeñas para mis razones y las casas demasiado grandes para el poco espacio que necesito. El mundo es gigantesco; pueden imaginar. Ausentarse un poco no es raro porque el planeta guarda rincones que son guaridas para éstos bichos. Creo que sabes donde hallarme pero no me buscas porque no existe la probabilidad de que se abra la puerta.