Supongo que esto era lo que necesitaba:
Ver con una lupa las hebras de las hojas de los árboles.
Sus ramas, inmensas,
guardando tantos colores como les es posible,
se despliegan hacia el cielo queriendo tocarlo, como yo.
Si, ese cielo enorme, infinito,
ese que está revuelto en astros que son otros caos situados dentro de caos y caos
que jamás podremos terminar de explicar.
Ese sabor de lo imposible,
lo que convierte en más apetecible aún,
ese quilombo emocional que me representa, y nos representa:
Iguales, pero embrollados,
fluctuando entre nuestros deseos,
emociones, pensamientos, sentimientos.
Si, en eso somos un lío inexplicable,
eso que nos hace iguales y distintos a la vez.