Remontando un hálito de fantasía
Descendiendo hasta la luminosidad lóbrega del tártaro
Y encontrando pavesas de vital agonía
Navego en la dulce inmundicia de un viento bárbaro…
…o quizá tengo palabras, pero no poesía…
Y asesino el sentido común con epítetos
Que no comprendo, pero salen a la luz traviesos
Y siento que son recursos perfectos
Sin darme cuenta que sólo son crueles y aviesos
… feas maneras de matar los versos…
Porque el premio ingenuo del ‘favorito’
Me pesa más en el ánimo que la propia poesía
Desfibrilando mi espíritu contrito
Exijo en mí, la ignominiosa y falsa fantasía
Llenándome de palabras, pero no de poesía
Y así, con el diccionario en mano y ristre
Deshojo hermosas y desnortadas palabras
Que, sin entender, sólo hacen triste
El salto de letras como si fueran locas cabras
Que solo vacían composiciones magras
Y en rebelión, esta mañana cansina
Quiero denunciarme, hacer conmigo un trato
Y escribiendo en la mesa de mi cocina
Decido no tocar el diccionario ingrato
Y hacer este pequeño y honesto autorretrato...