Llueve bajo el túnel
secretamente opaco
y en esa boca exacta
la lluvia ya no moja.
¡El llanto suda rimas!
La longitud sin cabos
detiene al viento arisco;
indiferente mece su calvicie...
Y entonces ya no llueve
y todo es raro, raro,
confuso hasta el olvido.
Todo es puño, sal, estanco.
En esa hora elástica
golpean más los pájaros
bajo el túnel y el arco...
o sobre el arco se mecen
en espera inefable...
Bajo el túnel la vida
solo aspira un ocaso.