Fue un tiempo atrás, un tiempo de alborozo
cuando hundíamos nuestros pies sobre el filo de las olas,
salpicábamos a nuestro alrededor y no nos importaba
... mientras corríamos por la orilla esquivando caracolas.
Los aires marinos nos penetraban la piel
y el sol nos abrasaba con sus rayos refulgentes,
el cielo nos mostraba su brillante azul
... todo era una alegría permanente.
El día corría presuroso llevándose consigo lo pasado,
tiñendo de gris aquel atardecer profundo
que observaba morir, en corto tiempo,
todo lo hermoso que habíamos creado en nuestro mundo.
Me acerqué a la orilla para comprobar si ésto era cierto
buscando atrapar del mar, su blanca espuma
que se deshizo en un instante entre mis trémulas manos
mientras la playa toda... era asaltada por la densa bruma.