\"El problema no son los animales que viven como personas. Sino más bien las personas que viven como animales\". Amnistía internacional.
Vidas paralelas
En una estación del tren sin uso
-pretenden que sea de cercanías-
un habitante de la noche
en su costumbre de alargar la noche
duerme;
la mañana es joven, nadie lo atosiga.
Amplia es la acera. A su lado
una desvencijada maleta
permanece abierta.
Si llegó a su destino, todas las cosas
bien dispuestas, no alcanzo
a ver su organizado escaparate.
Está abierta a propósito:
nada le es necesario; hace suya la frase:
“Después de nacer,
el primer pañal ya es ganancia”.
O tiene la certeza que nunca la llenarán;
nadie da lo que para el otro es útil
él ya sabe abandonar lo inútil.
(Salvo que sea reciclador en ciernes
o como muchos de nosotros).
…
Tarde-noche.
la amplia acera -la misma acera-
la ocupan las mesas,
las sillas, los amarraderos;
se alegran de la compañía
de las amazonas y las bestias;
de valor incalculable
las monturas y ellas.
que decir de sus aposentos
llamados caballerizas;
(otras más plebeyas
en comunes pesebreras
jamelgos pastan en raídos potreros).
…
Desde la acera opuesta el ocupante
nocturno espera que el lugar
lo dejen como lo entregó
-sin más basura de la necesaria-.
También su mascota con interés observa.
Su congénere -la misma raza, la misma clase-
encima de la mesa.
Cada selfi exitosa, premio extra.
Ama y mascota viven como personas
-vaya suerte la de ella-.
Mi amo y yo vida de perros
-mala suerte la de ambos-.
¿Quién hablará de las lejanías
que entre los seres vivos se extienden?
Diciembre 2017