No digas adiós si te vas,
porque igual quedará tu recuerdo en mí,
como quedará también en mis sueños,
de donde no podrás salir jamás.
No digas adiós si te vas, porque nací para ti,
y aunque pase el tiempo
y se núble el cielo, de nuevo brillará el sol,
y tus besos, tus abrazos y caricias
que hicieron vibrar mi cuerpo seguirán en mí,
porque siempre el recuerdo vendrá
como la brisa en el vaivén del día,
y mi cuerpo vibrará como en aquel entonces
cuando me abrazabas y me decías “eres mía”
No digas adiós si te vas,
porque aunque pase el tiempo,
y aunque ya no estés, en mí vivirá tu recuerdo
de las noches largas llenas de tus besos,
de caricias y sonrisas, que en mí se hicieron eternos.
No digas adiós si te vas,
porque sé que te quieres quedar.
No digas adiós si te vas,
porque quedan los recuerdos
que todo lo hace realidad.
Iris M. Lugo R.
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