Con alas de cristal tus sueños van volando,
buscando con fervor los vientos apacibles,
que puedan cobijar la penas indecibles
que deja la ilusión cuando se va acabando.
Y riela tu penar sin esperanza alguna,
y negra se te queda como nube oscura,
pregunta con dolor: A donde fue ternura?
Que llena de fulgor fuera tu bella luna.
Tu manto de pasión los cubre limpio y puro
y tratas revivir el fuego de tus venas,
y das del corazón todas tus cosas buenas
que cubren de esplendor al mundo tan oscuro.
Jamás te prometí sería amor eterno,
el lirio del amor, se bien que se marchita,
se mira tan radiante, y luego se le quita
su efluvio y su color, que mueren en invierno.
Soñaste con amor en tu alma soñadora,
mas, ¿Como detener del río su corriente?
El debe de correr, sin diques, libremente,
que puedan presenciar su brisa en cada aurora
Autor: Aníbal Rodríguez.