Estas aquí tiñéndome la piel
en cada nuevo amanecer
dejándome el corazón sin hiel
cosechándome en tu ser
Si ayer mis sentimientos mundanos
se anclaron a tus ojos irresistibles
y he visto mi juramento en vano
de no volver a sentirme sensible
Me has despojado de la soledad
y arrancado de mi banalidad
has descifrado mi debilidad
y te has convertido en mi vitalidad
Me invades sin recelos
y navegas por mi cielo
te unes a mi propio vuelo
allí en el sin fin de ese terciopelo
Te matizas en el rosáceo
en un instante casi mágico
porque solo tú logras
cautivar hasta mi último suspiro