La casa de la montaña
Perdida entre los riscos la cabaña,
buscando con mis pasos ya gastados,
va cayéndome encima la montaña
entre respiros muy entrecortados.
El viento me va hiriendo con gran saña,
mis músculos regístranse cansados
mis cabellos son toda una maraña,
y ánimos… cada vez más agotados.
Avisto entre los árboles la casa,
va subiendo del viento su murmullo,
la lumbre del sol va estando ya escasa.
Voy deseando del sueño su arrullo
y entre el frío que mis colchas traspasa
me acomodo… como oruga en capullo.