brillarán las noches que no duermo
punzando al pecho el trozo de tu adiós
y es que no es fácil tener
carga emotiva
un cariño que se pierde en las sábanas
o que se fundan con la colcha
y no existe dolor que duerma junto
a los dardos silente
saldrá de noche el sol
la luna aclarará el otoño
y los segundos gritarán
hasta convertirme en tejido de
nervios