Hay una mirada universal
Para expresar al otro un inmenso dolor
Solo quienes la hemos visto lo sabemos
Solo ha quien nos han mirado
Con un dolor latente, hondo, profundo, grande
Buscando comprensión, una respuesta a eso que se rompío
Quizá un curita o un tapón a esa fuga del alma
Solo nosotros sabemos reconocer esa mirada de dolor
Sabemos que no tenemos la cura para el otro
Solo está en el corazón de quien mira
Sabemos regresar la mirada con profundo amor
Sabemos que lo mejor que podemos hacer es permanecer en silencio
Juntitos al dolor que abarca a ese corazón
Que supera, que embriaga,
No hay lágrimas para expresar esa sensación
Te hace sentir muy hondo el interior
Tan hondo como la misma inmensidad
Y salir, salir de ese dolor
Es renacer, es revindicar, es empezar de nuevo
Dejar atrás las espinas, cocer el corazón
Y cambiar la mirada
Por una con amor, entendimiento, compasión
Incluso melancolía de aquel dolor
Que un día creíste interminable pero se acabo
Y darte cuenta que esa mirada
Fue un maestro para los dos
Para quien la dío y quien la recibío.
Flor Hdez. México.