Sin métrica

El abrazo.

Me abrazó

¡Me abrazó tan fuerte!

que su dolor se convirtió en mi dolor

y sus ojos se convirtieron en mis ojos

porque gritaban melancolía. 

¡Me abrazó tan fuerte!

Y aun así yo no presentía.

en el inmarcesible abrazo

que ella me daba

expulsaba otro signo de adiós,

y el implacable tiempo

en eternidad lo convertiría.