Jorge Briceño

Tu llanto y yo

Existe un momento en donde te aseguro ser yo, en donde entonces y solo entonces, ambos nos conocemos

Un pedacito de la tarde, en donde la sincronía de los todos los relojes te esperan y me esperan

Es el instante previo a sentir tus manos, es Dios abrazándome con tus brazos, es mi piel derritiéndose de encanto

Un intenso encanto, tal vez cómo el de la luna, así es,  la luna.

La luna que es igual a tu córnea, tu vocecita calida, tus dedos como raíces tiernas, y tu llanto, que solo yo sé que no sabe a sal sino a miel.