(7) Mientras te sobresaltás y esquivás la mirada,
Perpetuamos mudamente
El crimen perfecto.
(14) En esta fricción de saberte Insomne-Voz-del-Desierto,
Te escucho aunque un océano duerma en mis oídos.
(6) Tal vez no seas más que un dulce espejismo.
Quizás morder tus ansias te enclave en la pedestre
Realidad.
(5) Algo de mí sobra para tus cálculos perfectos.
Pero algo de mí
H o r a d a e l v a c í o hasta que tu trigo sea manso.
(12) Quisiera aprenderme tus ojos, como quien sólo ha visto unos ojos en toda su vida.
Quisiera contarte una suerte de tres monedas
Contra tu pecho; una vigilia por tus ancestros, quisiera
(9) Verte mover
Como una urgente revelación,
Reverberar en tu nombre hasta cohabitar tus mismísimas vísceras.
(4) Descarozarte de tu íntimo terror;
Descubrirnos en el pan ácimo de tu indecible placer.
Quien tuviese a favor el tiempo, apenas perdería el pelo -y alguna maña-.