Poemas10

Tan solo ella

Tal vez la quiero demasiado, como un niño a su juguete predilecto, como una madre a un hijo, como un poeta a sus versos; pero ella es tan lejana como el horizonte, no es usual, no es humana, es más que eso, es sobrenatural.

 

 

Su palidéz es un manantial de luz divina, observar su rostro me emborracha como una copa de alcohol.

 

Ella es similar al aroma del jazmín: pura, intocable, eterna, es mi hermosa droga.

 

 

A veces pienso que fue traída hacia mi por el diablo, cuando veo sus sensuales curvas entrar en mi mente, cuando escucho sus palabras endulzarme el oído, cuando cedo ante sus pedidos, y, cuando por última vez, dejo que me desgarre el alma, escribiendo este último verso perdido.