Anton C. Faya

PRESENCIA DIVINA

PRESENCIA DIVINA

 

Un hada genia,

garabatea el cielo

con aerosol.

Tatúa  el celeste

con caprichos del corazón,

sueños violeta,

nunca confesados,

ni sospechados.

Y hasta los grillos,

y unos cuantos

poetas locos,

miran el horizonte,

sabiendo que,  

desde el llano

o la montaña,

este planeta,

tan pesaroso y asfixiante,

solo por ella,

es más bello…

 

(Para mi hada

Por siempre)