Éste egregio eremita creó todo un sistema
que ha de ser en el seso celestial como humano:
buscar el talismán, que es una mágica gema,
en la virgen selva o en el inmenso Océano.
Insiste en que el misterio de halla en un poema;
pregona en su retórica preceptos del arcano.
Él dice Venus: Diosa; Himeto: miel y crema
y asiente el gerifalte que ciñóse a su mano.
Él asoma en las auroras con un fulgor divino
y vuela con dos alas: Amor y Pensamiento;
y adula los designios de Venus, que es su Dea.
Oculta luego el rayo de antiguo sacramento,
y terso, como un ángel de aspecto sibilino,
promete a los mortales un ensueño. Así sea.
(2013)