Del libro La Vida es Viviendo
Mi mujer es como un sueño soñado cerca del cielo,
como un canto a la alegría que se escucha en el sendero.
Es así como la paz que respira el universo
cuando la noche se duerme custodiada por luceros.
Ella es la respuesta clara a mis dudas y a mis miedos,
es la fuerza que me impulsa a creer que esto es sincero.
Ella logró que mi mente aterrizara en silencio
y entendiera que entre la luna y la noche no hay misterios.
Mi mujer es un aplauso, un final feliz de cuento.
Es un beso disparado en la certeza del tiempo.
Ella tiene entre sus alas el color de mis inventos,
y es dueña de mis poemas desde aquí hasta lo eterno.
Ella me cambió la vida por una de amor y sueños,
y le demostró al orgullo que el amor no es de tormentos,
me trasformó las ideas, penetró en mi pensamiento,
y se convirtió, de pronto, en mi más preciado anhelo.