Mauro Enrique Lopez Z.

DESPERTAR FELIZ

Cada mañana me asomo a la ventana

a ver si pasa aquella dama, que con su andar,

me alegraba el alma.

Pero desde hace tiempo

mis ojos, y mi corazón se entristece al ver que

no cruza por mi vereda.

Y los días transcurren y 

sigo con nostalgia, y lo malo de mi problema

es que nunca tuvo amores conmigo, y de vez

en cuando ella, con su suavides de su voz, me 

hacia recitar versos de ternura.

Como reía hoy

como la extraño. Hasta mi pobre corazón, y 

las notas son de Pena por su ausencia. Por que

sus ojos negros y su piel blanca, como me fascina

hasta me tiene enamorado, en ese silencio, que 

suavemente me inspira diariamente, no se donde

Andarás, o quien te recitará poemas.Por qué su 

nombre ya está en mis letras.

CAROLINA eres como

una estrella, en versos de amor.

Aunque me falte

tu presencia.