Yolanda...
mujer de aurora y de diamante,
entre pétalos
de oro te me anuncias...
en el cándido
e inhóspito silencio,
de tu risa...
de amatista en su decoro,
rezo al Dios
de la alegría...
y al trinar
del colibrí en su deshielo,
que se anuda
en tu risa de amapola...
deshojada
en la gracia de su vuelo.