Es reina soberana de tétrico misterio,
visita inesperada que tiene su prontuario,
que cumple tan devota la marcha a su santuario;
el claustro impenetrable de su temido imperio.
Es madre superiora de oscuro monasterio,
camina silenciosa, sin prisa, sin horario,
espera con paciencia, mirando el calendario,
el momento elegido de escuchar su salterio.
Su cara incognoscible jamás podemos verla,
mas sentimos de pronto su callada presencia,
nos lleva tan serena, nunca podrás vencerla.
Nos conduce a sus mundo, sin piedad ni clemencia,
es la Parca sombría, que quisieras tenerla
rendida a tus plantas, sin cumplir tu sentencia.
Autor: Aníbal Rodríguez.