Soy un sin fin de emociones, gracias a tu amor prohibido; las ahogué en un vaso lleno de ron y vino, con el corazón partido.
Pero a pesar de todo, en algo estoy de acuerdo contigo...el olvido es el mejor testigo, de que la última noche, entre tragos y suspiros, olvidamos las emociones causadas por nuestro amor prohibido.