A veces, para que entres
De tristeza abro mi corazón
Y dejo la puerta abierta
Sin lágrimas ni candados
A veces, para que entres
De odio abro mi corazón
Y dejo la puerta abierta
Sin rencores ni candados
A veces, sólo aveces
Para que entres
De olvido abro mi corazón
Y así ni de tristeza, ni de odio
Dejo la puerta abierta
En la que tú nunca has entrado