Cataratas tus cabellos
que vierte sobre tu espalda,
te rodean como espuma
y dan más gracia a tu cara.
Son tus ojos dos espejos
que reflejan luz divina,
que si los miro me muero
porque su luz me alucina.
Es tu cara cual pintura
que nadie pudo pintar,
pues tiene tal hermosura
que no se puede imitar.
Cual bellas piñas de dátiles
son tus dos pechos preciosos,
sus movimientos son gráciles,
lindos y voluptuosos.
Tu talle como una planta
que toda está florecida,
cuando lo miro me encanta,
mi alma, deja enardecida.
Le sigue preciosa duna
de muy delicada arena,
suave como ninguna,
¡no acariciarla da pena!
Y después viene un jardín
de un buen bosque precedido,
en él sólo hay bellas flores
que hacen perder el sentido.
Miembros a distinta altura
para expresar tu ternura,
tus piernas, manos y boca
y tu abrazo me disloca.
Y cuando me das un beso
tan tierno, tan prolongado,
quedo lleno de embeleso
totalmente enamorado.
(A Emily Dhask)
Rimas
XXII
Hasta pronto amor.
Niña de mis ojos,
besos en mi piel,
luz de mi oscuridad,
alegría de mi ser.
¡Te amo! ¿es esto poesía?
amor mío...¡no lo sé!
XXIII
¡Te deseo!
¿Me deseas?
¡Sí! yo lo afirmo...
¿Y tú mujer,
qué podrías responder?
XXIV
Siete flechas me clavó
Cupido en el corazón.
Una para cada día
y así recordarte amor.
XXV
Llantos, risas y gemidos
se oyen por la ventana
cuando ya llega la tarde
y tu chabolo lo chapan.
XXVI
Toma mi corazón
que en este sobre te mando.
¡Guárdalo, guárdalo amor!
que yo, aquí lo mismo hago!
XXVII
Cupido lanzó unas flechas
a tu corazón y al mío.
A tu corazón que abrigo...
¿Aun me amas cariño?
¡Yo te amo con locuras!
¿y tú, no sientes lo mismo?
Esa flecha que llegó
directa a tu corazón...
¿sigues tan enamorada
igual cómo lo estoy yo?
XXVIII
Miro la luna por la ventana enrejada
y en ella veo tu cara.
pienso que me estás mirando
y así me duermo en la cama.
XXIX
Cada noche, cada día
te llevo en mi corazón.
Por la noche eres mi luna,
cada amanecer mi sol.
XXX
(a mi nieta)
Quisiera contarte un cuento
de estrellas y de luceros,
desde la luna paseándote
y mirando el mundo entero.
Pero no puedo mi amor,
sólo te puedo enviar
estos versos por el cielo,
que las estrellas lo lleven
diciéndote que te quiero.
No sé cuando te veré,
ni sé si lo lograré.
Sólo sé que lucharé
por verte niña o mujer.
XXXI
Reclamo la libertad
en cada verso que escribo,
es la única manera
para encontrarme a mi mismo.
Sevilla 3 de Mayo de 2016
Ermanue (c)