Digiero un pedazo de arepa
Con un trago de país amargo
Afuera hay zombis que languidecen por indolentes miserables
La avaricia quema las manos a corto tiempo
Dejan sin piel a los corruptos
Y en un golpe de justicia
Caerán las plagas
Y se revolcarán en el ácido de sus propias botas
Porque serán pisoteados por la voz honesta de un pueblo
Algún día saborearán el óxido de los barrotes
Mientras la bandera ondeada
Se reflejará en el café de una mañana democrática
Hebert Ruiz