LOS REYES DE LA NOCHE.
En oscuros socavones malolientes
donde siempre el dia y la noche son iguales,
cual fantasmas, misteriosos animales,
de las grietas se descuelgan imponentes.
Como sombras draculescas y silentes
danzan tímidas las rondas nocturnales
y como ángeles siniestros, bien reales,
a sus tálamos van mudos y elocuentes.
Con su cántico de amor cuasisonoro,
donde dícense, tal vez, su amargo lloro
en oscura lucidez que el mundo ignora,
encomiendan sus plegarias a la noche
mientras cierra la mañana con su broche
la dantesca serenata ultrasonora.