CARTA DE UN PADRE AUSENTE
Hijo (a)
No sé cómo iniciar una relación epistolar,
Quisiera describir mis angustias, mis desengaños
Las desilusiones, desesperanzas, sueños o pesadillas
En fin, esta amalgama de sentimientos
Como una ensalada de emociones, sin aderezos
Todo converge, en el escabroso mundo de tu ausencia
En las fotos amarillas del recuerdo
Como agazapadas en el trinar constante de mis plegarias
En el petitorio de tu bienestar
Y en las lágrimas represadas de la inaceptación
Hijo (a), miro tus fotografías y veo las olas
Que azotan la nave de tu partida
Sueño las glorias de tus conquistas
Y despierto en la pesadilla de tu ausencia
Celebro la alegría de tu decisión
Y sollozo en silencio por tu lejanía
A veces despierto con tu fuerte abrazo
Y me sobresaltan los riesgos que te agobian
Prefiero, la seguridad que distante y lejana
Guarda tu sutil figura
Aunque las lágrimas se aferren a lo imposible
Seguiré soñando, mientras pasa la vida
Daré los pasos, que me impone esta pesadilla
Y continuaré abonando la esperanza
De ver tu regreso.-