(Jotabé)
Sabía que era puta… lo sabía,
y que su cuerpo con gracia vendía.
Mas, era una puta tan salerosa,
con esos pezones color de rosa,
y esa palabrería tan graciosa…
que incluso la princesa más preciosa
no hubiera tenido nada que hacer
ante las armas de aquella mujer.
Sabía que era puta… lo sabía.
Pero era una puta tan primorosa…
que sin remedio, le di mi querer.
Juan Benito Rodríguez Manzanares