Ha sido culpable y viajera complaciente en mis desvelos,
ha sido testigo también y excusa ¿Por qué no?
La música es la que me ha hecho experimentar atracos emocionales
que antes no había vivido,
ella que me sacude al despertar y me abraza al dormir.
Me corren por las venas sonidos,
voces, rasguidos, deseos impecables que mueven mis días
hacia un poquito más de bienestar.
Y qué oportuna es, que hoy,
mientras hago mis bolsos y
lucho contra los malosentendidos,
está aquí para invitarme a bailar
que estamos vivos.
Hoy, la música es mi
brújula, mi desdén, mi delirio.