Llueven rios de sangre
y un poco de desesperacion.
Hoja sin filo de oxido agrio y vaga razón.
Dolor autoinflinjido, podrido, poseido, interferido.
Chubasco de cristal, piedra de sal,
derriten la piel como espada a toda libertad.
Palabras de silencio, punzante, penetrante,
sumerge daño colateral
en las sombras del espejo reflectante.
Un reflejo sin persona, vacilante.
Vacio incontable, insondable,
sonido apaciguable y desconsertante.
Libertad intocable, espacio inpensable.
Persona perturbante con llanto irrazonable.
Gritos penetrantes,
cantos que hacen de mi tristeza un arte.