Esta es la historia de un humilde hombre, el cual yo podría definir como un muy buen cazador. Y que para mí un cazador no es alguien que caza necesariamente animales, porque también puede cazar recuerdos y momentos…
Pero un día soleado y lleno de felicidad para él, el cazador sintió una enorme necesidad de visitar una ciudad, la cual se llama el Neguev, y queda cerca de Canaán, una hermosa y diferente ciudad.
Él, mediante el transcurso de su vida, aprendió a hacer caso riguroso a esas necesidades las cuales venían de repente, solo para visitar una ciudad que él desconocía, así que sin pretexto y momento alguno,él, dejó todo y partió.
Y después de una larga semana por los polvorientos y largos caminos, a lo lejos se percibía el Neguev. Pero un poco antes de llegar ala ciudad, una colina a la derecha del sendero le llamó mucho la atención. Así que desvió un poco su camino, para ver a que lo llevaba su intuición.
Y aquella colina estaba tapizada de un verde increíble y habían un montón de árboles, flores encantadoras y pájaros que cantaban junto al murmullo del viento. Y la rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada, como si estuviera o fuera acariciada.
Y al ir caminando el cazador, una portezuela de un momento a otro se abrió, y lo invitaba a pasar. Pero de repente el humilde cazador sintió que olvidaba el camino al pueblo, y neutral ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El cazador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre los lirios y los valles los cuales también había en ese lugar.
Y dejó que sus enormes ojos se posaran como luciérnagas en cada detalle de ese espectacular paraíso multicolor. Sus ojos eran los de un muy buen cazador, y quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción:
Leticia will, vivió 30 años, 11 meses y tres días.
Y al darse cuenta de que aquella inscripción contenia un montón de recuerdos y muchos sueños, el cazador empezó a recordar y a memorizar y se dio cuenta de que algo andaba mal, Y sus ojos se estremecieron y desfallecieron porque lo que empezó a sentir fue una dulce melodía, la cual convirtieron sus palabras en armonía…
Por el solo hecho de que en ese momento empezó y empezó a ver inscripciones sin cesar, y se dio cuenta que había llegado a donde él antes vivía. Porque un día cuando apenas crecía la guerra lo separó de su querida familia. Pero sin darse cuenta y en un momento oportuno, llegó a recoger todos sus recuerdos, y empezó y empezó a recordar, y hubo un momento en el cual tuvo que parar…
Porque escuchó una voz que le decía:
-Has vuelto, te llevo esperando desde hace días.
+No le conozco, y disculpa si sueno un poco tosco- respondió el cazador.
- No te preocupes, creo que es algo normal. No creo que lo recuerdes, pero ¿Sabes que somos familia?
+Lo siento, pero ahora en estos momentos estoy atónito. -Argumento el cazador.
Y de un momentoa a otro todo apareció, y los recuerdos volvieron por montón, y así fue como conoció de nuevo a su familia y se lleno mucha de alegría, ya que desde hace días se sentía solo y vacío, porque le hacía falta compañía. Y en vez de cazar animales, empezó a cazar recuerdos el tiempo que quedaba de su vida. Y aprendió que lo mejor que una se lleva en la vida, es estar siempre con la familia.
Y como todo esto aconteció, se dio cuenta de que por el camino se perdió, pero lo que adquirió fue una sonrisa la cual nunca se le olvido. Porque se quedo en ese lugar, disfrutando y viendo cuan bella es la faz de la Tierra, cuando no hay soledad.