Dos retratos de poetas
colgados de las paredes,
me miran constantemente
cada día que amanece.
Me asiento en solitario
dentro de esta habitación
donde Hernández y Federico
me emiten inspiración.
Pero no hay luna llena,
ni fragua con su polisón de nardos,
y ningún niño la mira
ni está aquí para mirarlo.
Tampoco veo tu risa
que me dé la libertad,
ni soledades me quita.
¡Me encarcelan aun más!
Mi boca quisiera volar
al corazón que en tus labios
me espera libre de cárcel
con su polisón de nardos.
Ermanué (c) Huelva 10 de agosto de 2016
La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
(Federico García Lorca, 1898-1936)
Tu risa me hace libre,
me pone alas,
soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
(Miguel Hernández Gilabert, 1910-1942)