Leoner Lozano

El país que se ahoga

 

No hay luz,

La tierra escaza, los bancos rompieron sus bolsillos,

Uno a uno.

Nos fueron quitando... alejando la vida nuestra.

¿Qué sucede ciudad, que pasa costa princesa morena? lago azul hermoso, destino bendito, allí reside la infancia terapéutica, esa que en efecto me sucede cómo una infografía de imágenes aliviantes, pues la mayoría del rato, sólo pienso en perdición.

Sí... tengo miedo. 

Demonio rojo,

¿Qué haces detrás de mi ego?

Demonio rojo no quiero ver más.

 

Me encontré disuelto en un caldero de metro y medio, las ascuas me anunciaban listo para ser ingerido.

Ya está, descubrí cómo morir, es, de nuevo; el soñar suicidio, la cara de los que llorarán, mi cuerpo visto desde el cielo. Sé que tengo el potencial de alma errante, pero no me quedaré allí, lucharé por mi vida...

Por mi vida lucharé hasta que una bala me atraviese el cráneo y la muerte me traiga sin adornos materiales el camino de la verdad. 

Esa es la belleza y 

para un cementerio cómo yo,

 es preciso ofrendar;

dientes de roca y cuerpo de barro

canción llorona o un poema negro,

Labio dulce y maná,

un abrazo de nepal.