Fantasma de Nadie

Madrid

Llegué a tu vientre en un autobús viejo
Y tus luces me acogieron con paz.
La ciudad que es distinta en cada espejo,
De múltiple disfraz.

Esperé por ti como un niño hambriento
Hasta que te atisbé tras el cristal.
Los altos bloques grises de cemento,
Las nubes de metal.

Las fuentes altas de la alta Cibeles,
El alto cielo guardando Colón.
El Prado que custodia los pinceles,
Atocha una explosión.

En el Círculo pensé que era un sueño,
Que esa ciudad sólo era un resplandor.
Madrid, para este gran niño pequeño,
Se parecía mucho a Nueva York.

Y al despedirme de nuevo pensaba
Que te perdía pasando Aranjuez,
Pero un viaje a Madrid nunca se acaba,
Ya volveré otra vez.