BIG FISH

EN EL MANON

Te recuerdo en el Manon erguida y libre.

Etéreo recuerdo de juegos y risas, caricias y abrazos,

al calor de música de fondo:

mi voz desatada al son de los latidos de mi corazón…

trampolín hacia una pista sin red

Ojos que brillan y que observo inseguro… no tengo veinte años ni soy libre…

pero atravieso el muro de la locuacidad.

Pasados los días, he vuelto a sentir taciturno zozobra en la mañana:

siento miedo, tristeza, me estremezco…

cuando veo tu silueta entre las sombras y pienso en el Manon…

Quizás temo amar sin respuesta,

o ser amado sin saberlo,

o no ser capaz de responder:

atado de pies y manos mi espíritu vuela con mi pensamiento

hacia terrenos inexplorados de mi vida... ¿egoísmo? ¿osadía?

Un silencio de adagio me inspira, y continúo en el teclado…

Volver a tener quince años… y tener cincuenta.

Y querer conservar el derecho a amar como un chiquillo…

¿Aún no es tarde

o debo contemplar las ascuas del hogar consumiéndose en el tiempo?

Y sigo en el teclado, confundido,

mientras suena lánguido un adagio de Mahler…