Te descubro poesía
en el mundo a mi paso
en esos ojos
y en aquellos otros,
no importa su ceguera
mas que la belleza
a la que hacen mención
retraída hacia lo oculto
ante las figuras
del mundo
clausurados;
veo mi reflejo
en aquellos ojos
y no puedo menos
que tomarlos por lazarillos
rendirme al misterio
que encierran
y dejar que me muestren
de la mano
caricias en cuerpos
ya ciegos
que palmo a palmo
y yema a yema
se descubren
misteriosamente
en la oscuridad
que se reconocen
de nuevo
los labios ciegos
y que un dedo navega
suavemente
en las márgenes de una boca
que una mano ciega
navega entre los cabellos
mar de ojos ciegos
todos
que se buscan
y se encuentran
y se pierden
al ritmo suave y ciego
de esta marea cadenciosa
que es la sensación misteriosa
de estos cuerpos nuestros
entregados a la búsqueda
mas allá de los ojos
donde reinventamos los colores
donde plasmamos las caricias
en busca de los gestos
donde un dedo
va tras una lágrima
buscando a su paso
los cauces secretos
buscando despertar
a la realidad de la ceguera
y ver no ya con los ojos
ver con el alma toda
a través de todo el cuerpo
sensible de dolor
y amor a cada poro
llorar las penas
con extensión de pieles
amarnos del pie al copete
sin dejar de vernos
de sentirnos.
Empezar
a reconocernos
a vernos
desde lo oscuro
que con la sensualidad
del cuerpo
vamos aclarando
vamos entre-abriendo
los ojos del alma
hasta que no queden
ya mas ojos que abrir
que los de este cuerpo
para que una vez
las formas etéricas
alumbradas
veamos nuestros cuerpos
condensados
con la forma que las caricias
y los besos
que el alma
y este AMOR
le hallan dado