Y aquí estamos mintiéndonos a la cara
armados con argumentos de la razón
mintiéndonos, haciendo callar al corazón
tragando nuestra mentira, que cuesta cara.
Decidimos callarnos los sentimientos
porque no los soportan nuestras mentiras
porque dejan desnudos los argumentos
y soportamos el alma rasgada en tiras.
Y nos damos la mano y nos abrazamos
cuando nuestros cuerpos se gritan amor
y damos la vuelta y nos alejamos
mientras sentimos llegar el dolor.
Me voy con la vergüenza de un cobarde
de no decir lo que grita el corazón
porque mi cabeza dice que es tarde
pues no empatan sentimiento y razón.
Y pensamos, pensamos, pensamos
en lo que hicimos, en lo que callamos
mas el lenguaje de nuestros cuerpos
no deja duda de los sentimientos.
Pero seguimos oyendo a la razón
dejando que guíen los argumentos
que a nuestras mentiras dieron sazón
y ahogamos el llanto y los sentimientos
y nos decimos adiós.