Y yo te confesé, Amor, deseo amarte.
Mas no te pedí, que dieras a mi vida
capacidad infinita de pensarte.
Tan sólo quise ser una pequeña flor
perfumarte, y morir sin que notaras
mi aroma, mi forma y mi color.
Mi deseo mayor, sólo adorarte
sólo entregarme a vos, poder amarte
mas tú mi amor, no lo quisiste así...
Y en su lugar me diste otra misión
terrible don, tener tan sólo que soñarte,
y por amarte,
me arrancaste, sin pena, el corazón.
5 de setiembre, 2007
A.E.C