Santiago Miranda

Poética de la crueldad

 

 

Afuera matan a un perro
de tiempo, de frío, de hambre
afuera matan a un hombre
de deseo por siempre insatisfecho
y la luna impasible fulgura de gozo
hay alguien observa por la ventana
-yo también, además lo describo-
buscando algún cuerpo/desnudo
que le permita esta vez tocarse
con material de soporte, arde
todo arde y afuera alguien muere
alguien deja de morir, de serenlamuerte
y un bate y una estocada caen como ventisca
sobre piel curtida y la carne desollada
-y no se puede hacer nada. y no quieres
hacer nada. y no puedes sino hacer la nada
consumar en la nada, renacer en esta cama-
como la lluvia de ideas bajo los insomnes
sufrientes sonidos como el cuadro plástico
de un placer pasado por las armas, por doquiera
la quebrazón cortando los sentidos o como el ruido
de los bombardeos siendo sombras en los cuartos
de comunes esquizoides trabajos normales casi
normalizados en la cordura del día para el trabajo
de la vida para un trabajo, del sentido por lo que trajo
y afuera, afuera, todo el problema reside; el mundo
y qué si colisionan cuerpos o autos, qué si mueren
o dan nueva vida, qué si no puedo detener esta imagen
de mi carne golpeada a muerte por el silencio
diario, letras impresas, el maletín de papel
donde un pez parte camino a ser desovado