como una lluvia
cuyo telar manifiesto moja
resquicios del alma
así
me exculpo de mis ayeres
y busco determinaciones para saber quién soy:
las voces de los seres que me han acompañado
el pasado
el presente
y el juego incierto de lo venidero
siempre la antigua obsesión
de mirar los límites que se disuelven
en letras transparentes escribo un poema
y mi tabaco cae en un platillo gris
hasta mañana estaré aguardando
-ceremoniosamente-
que la ceniza forme
una pequeña gruta donde cobijarme
de estos apegos tan jugados
decepciones más o menos embozadas
que ahora son orillas de manta
ávidos fulgores que acompañan la caída
golpes de frutas agrestes
y un solo amor
a vino viejo y a caricia
Yo desierto
reclinado hacia unos ojos distantes
cuya memoria incito.
Guillermo Capece
Direc.NAc.del Derecho de autor