¿Qué me duele con frecuencia?,
tu ausencia,
mas ¿por qué ruego y te imploro?
y lloro,
¿con ello mi mal sentencio?,
¡silencio!
Si con tu falta evidencio
mi fragilidad completa,
-convencido anacoreta-,
¡tu ausencia lloro en silencio!
Gonzaleja